Sabemos las claves del éxito de la
educación en Finlandia, país al que ponemos de ejemplo como sistema educativo
con nivel de éxitos muy alto. ¿Por qué no los copiamos en España, en otros
países? No es fácil, no es barato y sobre todo somos las familias las que más
tenemos que cambiar al respecto.
La educación es Finlandia —pero también en tosos los países— es un bien inmaterial cuando
se está ofreciendo, que crea bienes materiales para las personas y sobre los
países cuando se termina. Es un asunto económico de primer nivel a la hora de
hablar de inversiones estatales, pues saben que gran parte de la riqueza del
país depende de lo bien formadas que estén las personas que lo componen. Es
invertir en futuro para recoger beneficios después.
La educación en Finlandia la organizan las ciudades y
pueblos, los municipios a través de sus ayuntamientos (que reciben sobre un 75%
- 80% de fondos del Estado), con nueve años de educación obligatoria primaria y
secundaria, desde los 6 años cumplidos. El preescolar no es obligatorio,
primera diferencia curiosa, aunque hay muchos centros municipales de educación
temprana y en los hogares se enseña a los niños lo más básico, pero con gran
dedicación de las familias.
Empiezan pues de forma obligatoria con
los seis años cumplidos, pero en solo dos años de educación alcanzan un nivel
altísimo en comparación al nivel de los niños de otros países que han empezado el
colegio obligatorio con cuatro años. Hasta que los niños no entran en la
escuela obligatoria no aprende a leer. Un año antes de la educación obligatoria
casi el 95% de los niños entran en escuelas preescolares para hacer un curso de
iniciación a la escuela donde empiezan a valorar sus capacidades para informar
a los padres sobre las posibilidades que tienen en los distintos finales
educativos. Al ser muy pronto, son solo indicaciones básicas que sirvan para
elegir opcionales y potenciar habilidades.
Durante los primeros cinco o seis años
tienen el mismo profesor, sin cambiar de maestro, excepto por fuerza mayor. Es
muy difícil que un niño repita y siempre con el acuerdo de alumno y padres. Si
un niño tiene dificultades se le apoya con un equipo especial de profesores en
clases con un máximo de 5 alumnos, pero siempre basándose en que no debe
repetir curso. En las clases hay como máximo 25 alumnos, aunque reconocen que
el número correcto no debería superar los 20 alumnos por clase. En las clases
además del profesor titular hay profesores ayudantes según la edad de los
alumnos y las dificultades de estos.
Desde las guarderías (a partir de 1 año
de edad) todos los alumnos son iguales en el sistema público y municipal de
formación. La educación es un bien estatal para crear personas formadas que
luego trabajarán por su sociedad. No es cuestión de familias y de sus poderes
económicos o de sus ideas, es una obligación social igual para todos. Solo en
las grandes ciudades existen algunos pocos colegios privados y algo diferentes.
A partir de la educación obligatorio los
alumnos pasan al bachiller en más del 50% de ellos. Cada vez hay más servicios
educativos para jóvenes de más edad o para adultos que desean y necesitan
ampliar sus conocimientos. Solo un 8% de los alumnos abandona el sistema
educativo obligatorio. En España es cercano al 33% los alumnos que abandonan antes
de acabar un bachillerato o una FP.
Toda la educación es gratuita, desde
preescolar a Universidad, tanto matrícula, clases, comedor, libros o material
escolar. Pero si por algún motivo se pierde este derecho tienen la obligación
de seguir estudiando y pagar los costes.
Las clases empiezan entre las 8,30 y las
9, hasta las 3 de la tarde, comiendo en el colegio sobre las 12 horas. Y
realizan un total de 626 horas lectivas en primaria, frente a las 875 de
España. En secundaria en ambos países suben las horas en casi 200 horas más al
año. Se trabaja mucho en grupos pequeños que se van intercambiando sus
integrantes. El profesor es sobre todo un modulador de la clase, un entrenador
personal, el instructor que dirige los trabajos enseñando a la vez. Los alumnos
son activos con sus conocimientos, los buscan, los hacen crecer; no son meros
memorizadores, copiadores de textos literales.
No hay excesivos deberes obligatorios
para realizar en casa, aunque se lee mucho y se escriben trabajos en el hogar,
pues las familias asumen ellos mismos que sus hijos deben estar muy bien
formados.
En los bachilleres y a semejanza de la
Universidad, el 40% de los créditos son opcionales entre un gran catálogo, lo
que convierte a los alumnos en bachilleres personalizados según las
posibilidades de cada alumno. Las notas en la escuela de Finlandia va desde el
4 al 10. Quien no supera una materia, quien no se la sabe simplemente obtiene
un 4 pero no una nota menor. Con una aprobación se obtiene un 5 que va
ascendiendo según se demuestra una superación mayor.
Las familias basan sus sistemas de apoyo educativo
en la responsabilidad individual, en el esfuerzo constante, en la lectura (los
fines de semana acuden a las bibliotecas públicas en un 80% de las familias) y
en las horas de hogar donde la familia insiste en la formación continua. A
partir de 4º se dedica una hora diaria a los deberes del colegio, no excesivos
pero si constantes. Pero la familia entremezcla más actividades formativas como
si fueran juegos o parte de la vida regular, según edades y aptitudes de cada
niño.
Trabajan muy bien los diferentes bachilleres,
que especializan convirtiéndolos en temáticos y diversos, según las aptitudes
de los distintos alumnos. Los mejores profesores son los que se dedican a los
primeros años de colegio, entre los 7 y los 10 años de edad, que es cuando más rápido
aprende los hábitos buenos y malos en la educación. A partir de los 12 años de
edad comienzan a estudiar un tercer idioma tras el inglés, que suele ser el
alemán.
Todos los profesores de lo que son
formaciones profesionales tienen que ser maestros del oficio profesional, no
sirven los que solo sean profesores teóricos o de Educación, deben tener
experiencia laboral en oficios. Todos los profesores tienen una libertad enorme
de cátedra, de educación hacia sus alumnos. Y eso junto a buenas dotaciones en
material les lleva a una satisfacción enorme con su puesto de trabajo.
Todos los profesores de infantil siguen
teniendo un contacto amplio con sus propias Universidades de manera
bidireccional. Para dar clases sobre sus experiencias y para recibirlas sobre
las novedades.
El oficio de profesor es inmensamente
reconocido por toda la sociedad. Faltan muchas plazas para todos los que en
Finlandia desean aprender en la Universidad la carrera de Educación y Ciencia,
y solo los mejores logran entrar a esta especialidad universitaria, con notas
de más de 9 sobre 10 de media. Los profesores ya titulados están constantemente
recibiendo cursos de extensión para ampliar sus conocimientos y actualizarlos.
Es normal que los alumnos de Finlandia
sepan perfectamente al menos tres idiomas y se defiendan en uno o dos más. Los
alumnos de Finlandia leen mucho, interpretan y trabajan los textos que leen y
muchas veces buscan conocimientos en idiomas diferentes al suyo o al inglés.
Las diferencias de aprendizaje entre niños
y niñas es de los más bajos de Europa. Y el nivel de matemáticas de los más
altos entre los países europeos. Los colegios suelen tener un máximo de 400/500
alumnos y por problemas de clima suelen descansar en los amplios y anchos
pasillos decorados para ser amables y cálidos. Autodisciplina y acceso sencillo
y rápido al profesor para aclarar dudas es otra constante.
Aproximadamente entre el 11% y el 12% del
presupuestos total de Finlandia se dedica a educación. Los horarios laborales
de los padres, de ambos, es muy compatible con los horarios escolares, lo que
facilita que se ayuden mutuamente en casa en la educación, que es
principalmente una labor familiar. Las padres participan de la vida escolar y
tienen una relación con los colegios amplia y muy satisfactoria.
Las materias importantes son: Lengua
materna (puede ser fines, lapón o sueco), inglés, matemáticas, física,
geografía, historia, música, arte más naturaleza y salud. Tras estas materias
también toman, economía familiar, religión, música o deporte.
Elegir el camino hacia el bachiller o la
formación profesional depende de reuniones entre las familias, los profesores y
los asesores del colegio. La FP suele durar 3 años con un periodo de 6 meses de
práctica dentro de una empresa. De las 120 créditos de esta FP, unos 90 son de
la profesión elegida, unos 20 de material troncales fijas y unas 10 de materias
opcionales. La idea final es la de trasmitir conocimientos dirigidos a montar
su propia empresa, no la de crear operarios para trabajar en empresas ya
establecidas.
Las diferencias son tremendas, donde
incluso la propia religión del Estado influye en la forma de entender el
esfuerzo personal y la constancia. Sin duda los presupuestos estatales también,
la forma de respetar al profesor pero sobre todo entender la educación como un
valor imprescindible en la vida de cada uno de nosotros, como un activo que nos
hará ser personas válidas y poderosas además de felices.
Efectivamente siempre sale a relucir el
tema de los suicidios entre la sociedad finlandesa. Tema recurrente para
intentar tirar a la basura todo lo expuesto con anterioridad. En España los
suicidios no se contabilizan por mera realidad ancestral, interior, religiosa.
Los suicidas no entran en el cielo. Jope. Finlandia aparece en el puesto número
20 de suicidios del mundo, España en el puesto 60, pero Japón en el 7, Rusia en
el 13 y Corea del Sur (la rica) en el segundo. Pero en cambio es un país donde —según
el mismo tipo de encuestas— más feliz se sienten los ciudadanos.