11.1.15

Una actitud básica en todo proceso empresarial es la reflexión constante

Vamos a basarnos unos días en las ideas que El Bulli ha dejado escritas sobre el éxito de los proyectos, de su empresa como centro de innovaciones, como lugar para experimentar. Nos olvidaremos pues en esta y sucesivas entradas, de los resultados económicos de El Bulli. No todo el éxito de una empresa es ganar dinero, aunque parezca la meta imposible de abandonar.

Una actitud básica en todo proceso creativo y de crecimiento es la reflexión constante, el análisis de todo lo que se está haciendo, salga bien o mal. Todo y esto es bien cierto puede hacerse mejor. Nuestra complacencia es la que a veces no impide continuar con la investigación o con la revisión de los procesos de mejora.

Si algo funciona, nos han enseñado que lo mejor es NO cambiarlo. Puede ser cierto, pero aun así debemos seguir viendo si es posible seguir mejorando lo conseguido. 

Conozco una gran panadería que empezó hace tres décadas recuperando los panes antiguos, ofreciendo no menos de 20 diferentes tipos de panes. No existía competencia en su ciudad para tal cantidad de buen producto, de tanta variedad de posibilidades. Era una empresa familiar asentada en un barrio, donde había filas de compradores esperando su turno que aguardaban en la calle a entrar. Modificó el obrador, amplió las instalaciones y con ello amplió sus clientes.

Hoy y por que no quiso quedarse atado en el éxito, es una gran cadena de franquicias que sirve sus muchos productos de panadería y pastelería por varias ciudades españolas, con su marca y su particular forma de decorar y vender. No quiso esta empresa familiar dejar de reflexionar sobre qué podrían alcanzar con su ya asumido éxito primero.