29.9.15

No es igual un empresario que un especulador laboral

Estamos a punto de salir de la crisis y tenemos con contar contigo. No es seguro que sea una vuelta fácil ni rápida, pero sí sabemos que como trabajadores o emprendedores no podremos volver a las mismas condiciones que teníamos antes de esta larga crisis laboral y económica. 

Pero por ello sobre todo, debemos estar preparados ante los problemas ya convertidos en normalidad y saber adaptarnos a los cambios.

Hay que estar muy formado. 

Es más necesario que nunca. En el mundo laboral actual se van a aprovechar como nunca de las persona que no tienen una formación suficiente como para poder competir en el mercado de trabajo desde diferentes perspectivas. Nunca como antes el “mercado” del trabajo ha sido eso, un puro y duro mercado donde los empleadores que no son empresarios, juegan con las personas y sus horas de trabajo como si fueran piezas de un proveedor.

Van a seguir existiendo empresarios de verdad. 

Muchos. Pero entre ellos hay escondidos meros especuladores donde les importa muy poco el funcionamiento de la empresa, donde lo único que les importa es el funcionamiento de “su” beneficio. Eso es otra cosa diferente. 

El empresario que crea una empresa quiere lo mejor para la organización, desea crecer y ser excelente en su trabajo, en su labor. Y quiere ganar dinero, sin duda. Pero en un paquete va todo. 

El especulador laboral solo quiere ganar dinero. 

Hoy puede tener un bar, mañana una tienda de gominolas y pasado un taller de reparación de coches o una inmobiliaria. Depende del beneficio rápido y fácil.

Jugarán con todas las posibilidades legales que les permite este mercado laboral desajustado y liberal en extremo. Nos obligarán a hacerlos autónomos, a contratos de 2 horas donde trabajaremos 8. A sueldos basura llenos de primas en negro. A movilidad horaria, geográfica y donde todos los impuestos los tengamos que pagar nosotros.

¿Podemos defendernos ante un mercado tan desregularizado? 

Pues sin duda debemos. Y para ello hay que conocer todas las posibilidades que nos permite precisamente este mundo laboral tan nuevo. 

Si somos autónomos debemos saber emplear esta posibilidad para mucho más que para trabajar para un sólo empresario. 

No debemos confiar en que nuestro trabajo podrá durar más de un mes y por ello debemos estar siempre muy atentos a cambiar o a mejorar. 

Debemos desde dentro de todas las organizaciones donde estemos trabajando, conocer bien toda la información que nos permita el puesto de trabajo eventual en el que estamos. Precios de venta, proveedores, clientes, formas de producción, etc. 

Hacer crecer nuestra agenda de contactos, tomar nota de todo, aprender, aprender, aprender.

Huir de aquellos trabajos donde se nos esconda en un rincón, donde solo se nos pida apretar un tornillo sin poder conocer todo el mecanismo del oficio, de nuestra producción. 

Si vamos a cobrar poco y sin seguridad, al menos debemos aprovecharnos de aprender y de sopesar la posibilidad de intentarlo por nuestra cuenta. 

Entrar en una empresa donde solo quieren esclavos mudos y ciegos es un error. Sólo sirve para alimentarnos, pero no para dignificarnos como personas. 

Un empresario en muchos casos no es más listo que tú, sólo es un tipo más osado, con más conocimientos y con más dinero. Tener conocimiento y formación está en tu mano, es tu decisión.