La UNESCO nos dice que se necesitan unos 70 millones de profesores de Educación Primaria y Secundaria, inclusiva y equitativa, si se querían cumplir los Objetivos del Desarrollo Sostenible del año 2030.
Efectivamente, no queremos y no lo haremos. pero eso no quiere decir que no sea necesario crear 70 millones de nuevos profesores, para atender las demandas de formación en TODO el mundo.
"El sistema de educación a nivel mundial se está preparando para dar un gran paso y lograr cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de cara a 2030. Necesitamos recursos y apoyo para que los profesores puedan realizar su trabajo", ha aseverado la directora del Instituto de Estadística de UNICEF, Silvia Montoya.
En los países del sur de Asia sólo el 65% de los jóvenes en la región están escolarizados
Curiosamente España es uno de los países de Europa con sueldos más bajos y que más desempleo tiene. Luego no debe ser la culpa el tamaño de los sueldos, sino otro motivo.
La productividad tiene mucho que ver con la formación, y volvemos a la necesidad de crear maestros.
Las leyes laborales en España ayudan a destruir empleo. Pero nos cuentan otra vez la cantinela de los despidos tan altos. Los sindicatos no quieren escuchar, analizar, ponerse a trabajar más y de forma diferente, para resolver este problema.
Pero los peores impuestos que pagamos como sociedad no es en una parte de nuestro dinero que hemos cobrado, sino en esa otra parte que NO hemos cobrado.
No se nos aseguran las pensiones, cobramos menos que antes, podemos terminar desempleados con más facilidad, y miramos los impuestos en el corto plazo y no como una cantidad que a lo largo de nuestra vida sirve para asegurarnos más y mejor los periodos complejos.
Nos conformamos con que no nos toquen el seguro de desempleo, pero no sabemos exigir una formación gratuita para reciclarnos, para ser más productivos, un puesto de trabajo como es obligación según nuestra propia Constitución.
- Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo.